Si que sigue mereciendo la pena levantarse temprano.
Un día cualquiera, sin dinero y sin trabajo, uno piensa y se pregunta: qué hago yo ahora ?
Te pones un café por montera , unas zapatillas y piensas en llorar tus penas cerca del mar.
Y al llegar te encuentras un tibio sol de mañana que te cambia la cara .
Haciendo cabriolas de sombras y luz te regala toda la belleza y la paz que hoy no esperabas encontrar .
Cada paso que damos es un mundo nuevo que descubrimos y uno viejo que dejamos .
Reir y llorar al mismo tiempo es vivir