martes, 6 de marzo de 2018

Educada y adecuada . 6/3/2018

Cuando los años pasan y vas descubriendo que todo es como un disco rayado.
Miras deprisa o despacio y siempre ves las mismas cosas.
Los caminos siguen llenos de piedras,
los perros con el morro en el suelo.
Los niños jugando a la pelota,
los jóvenes mirando al mundo como si no hubiera mañana.
Los viejos caminando cansados de mal humor.
Los padres regañando a los niños. Los niños sin miedo y sin rubor.
                                                                                                 
Hay cocinas ordenadas con desorden,
hay casas como museos que da miedo habitar.
Habitaciones en total caos que no invitan al descanso.
Hombres buenos que no son felices,
otros que trabajan por no pensar.
Trabajos endiablados que no dan para vivir.
Perversas miradas que te arrebatan la vida,
pasiones que se mueren ocultas en los recuerdos.
Mujeres cansadas de no pintarse los labios
para no dejarse llevar por una vida más sencilla.

Hay tanta gente que se cansa de que otros vivan
solo creyendo que la vida es dulce y bella.
Pensando que hay que vivir el presente,
Corriendo por los parques, cenando en la calle
Bailando en salones. Dejándose llevar
borrachos de alcohol y vida.

Es tan difícil encontrar un sentido a esta vida.
Carrera hacia un final predefinido.
¿Qué sentido tiene compartir la vida bien o mal?
Qué justifica que yo coma cada día y que tenga que ser
a la misma hora o determinada calidad o diferente cosa?
Y quién me empuja a ir a diferentes lugares o con determinadas personas.
O por qué tengo que sentirme alegre o triste ante distintas experiencias.
 Quién ha dicho que sea educada y adecuada en este momento.
                                                                                     
Hay muchos días que miro a mi alrededor y no veo el camino.
solo gente que va y viene con caras de sin sentido.
Y entonces los sentimientos llegan hablándome al oído,
me dicen bajito que el amor hace cosquillas,
que mi madre siempre quiere verme,
que mis hijos me esperan para pedirme algo,
que tengo amigos soñando con mis llamadas,
Desayuno compartido en la mañana
y un perro que me saca de la cama.
Un montón de libros y una caja llena
de secretos pensamientos.
Entonces miro y busco un camino
que me lleve de vuelta a casa.
Escucho música, me lío en una manta
 y todo se diluye esperando
que llegue mañana.


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