14/9/2011
Después de mil años, despertaron y al abrir los ojos vieron
un mundo limpio,
desinfectado, lleno de luz y ropas suaves.
Caras sonrientes y ojos alegres.
Cada uno por su lado, crecieron llenos de mimos y cuidados,
buenas intenciones, juegos y lloros.
Se fueron haciendo adultos, se educaron
y por cosas del destino, acabaron viviendo cerca el uno
del otro.
Un día sin esperarlo se encontraron en la calle; se miraron,
se observaron, casi se reconocieron y terminaron por
dedicarse
una sonrisa.
Con el paso de los días y sin saber por qué, comenzaron a
buscarse, sin saber por donde.
Cuando volvieron a encontrarse, se volvieron a mirar.
Algo familiar, unos sentimientos antiguos, les decían que se
habían vuelto a encontrar.
Tímidamente se acercaron y se atrevieron a presentarse.
-
¿Te conozco de algo?
-
No lo sé, pero tu también me resultas conocida.
-
¿De dónde eres?
-
De otro pueblo, me acabo de mudar.
-
Me llamo YO, y
¿ tú?
-
Yo soy TU.
-
Me gustaría conocerte.
-
Yo creo que te conozco ya.
-
Entonces continuó una historia que no había terminado 1000 años
atrás.
Despertó de nuevo el amor, el entendimiento mutuo, la
compenetración,
El sentimiento de un vínculo y un pellizco en el corazón.
Por cosas de la vida, la unión no se consolidó, cada uno
siguió su camino
Pero no se rompió el amor.
Conocedores los dos de un mismo destino común, no sintieron
dolor.
Se guardaron el respeto, el secreto y el pudor, dejaron
pasar el tiempo y esperaron otra ocasión.
Ambos saben que el camino está hecho, que el momento llegará
y volverá la reunión.
Nunca sabremos que
pasó antes, nunca lo que ahora pasó y nunca si mañana acabaran juntos
los dos.
Seguro que hay algo importante que les incumbe a los dos y
un día no se sabe cuando se volverán a encontrar y terminarán su misión.
16/9/2011
Y el sol se puso y salió 180.500 veces más.
Todo había cambiado tanto que el mundo conocido por su
pasado ya no tenía sentido pensarlo.
Estaban y no estaban al mismo tiempo. El conocimiento casi
innato y tanto nuevo y viejo por inventar o descubrir.
La fisiología un poco diferente, más liviana, más ligera y
flexible de movimientos, quizás un poco inexpresiva.
La esperanza de vida más larga y diferentes colores de ojos
para diferentes estados emocionales.
El transporte sin explicación, había dejado de existir, solo
se necesita querer estar allí. La comunicación mecánica, inexistente, el
pensamiento es suficiente.
Y ahora ellos están en planetas tan distantes que no tenían
consciencia de su existencia,
Parecía imposible la reunión.
Pero hay algo nuevo que investigar.
¿Por qué algunos seres parecen recordar o soñar ,
repetidamente las mismas historias, las mismas caras? Y siempre parecen esperar
algo que no llega, algo que les falta.
Y en uno de los grupos de control, reunido en un planeta
aleatorio, que aún se empeña en tener noche cuando siempre es de día, dos
nuevos miembros acaban de llegar.
Ubicados en diferentes edificios, con diferentes grupos de
trabajo y diferentes métodos de investigación y control, uno más fisiológico y
químico, el otro más emocional y mental.
Ambos empiezan a oler un nombre inexistente por antiguo, a
escuchar en el aire miradas sin procedencia;
a ver besos que chocan con sus cuerpos y a sentir sus células en
movimiento.
Se empeñan en no esperar, tienen ansias de buscar y sus ojos
se vuelven color verde caramelo.
De repente ambos se transportan a un lugar de encuentro
indefinido, solo donde están sus cuerpos y sus mentes sintiendo el infinito
aquietamiento.
Y juntos descubren porque el amor es perfecto, no cuenta con
el cuerpo ni con el conocimiento.
Ese ere su trabajo, su reencuentro, su descubrimiento.
Hay espíritus vagando y guardando sus recuerdos, historias
no vividas, esperando los reencuentros.
Todo grabado en la memoria de la energía que no muere.
Que gran descubrimiento.
Almas gemelas, almas solitarias, grupos de almas; todas
esperando su momento, todas guardianas de un secreto.
EL
AMOR ETERNO.
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